Café con impresiones (2011) - Poesía: Ana López

Otra poesía de esta poetisa amiga..

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Me alcanza:
el sabor cercano de ese café,
se emulsiona con mi deseo de escribir,
y el desarrollo extraño de mis sentimientos.

Siento:
mi corazón como late urgente,
deseoso de declarar,
tantas formas…

Formas:
que tienen que ser anónimas,
porque yo lo decido así,
porque mi alma lo reclama así,

Puede:
que me convierta en un ser peregrino,
caminando por desiertos,
llenos de secretos,
con sueños inconcretos;
que cada noche me atacan.

Sin piedad:
los recuerdos me rodean,
me dejan apresada.
En una vida moribunda,
asesinaría el pasado,
con el cuchillo del ahora,
para dejar limpio el mañana.

El tiempo:
Sí, me obsesiona el tiempo,
tan rápido, tan lento,
siempre cruel…

Me acaricia:
la esencia de ese café,
lo tomaré despacio,
- ya estará frío;
como mi hacer-
mas no como mi sentir,
que inunda todo mi espacio.

Ana López
Mayo 2011

Tiempo evanescente (2011) -Poesía: Ana López

Otra poesía de esta poetisa amiga..

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Me sumerjo en los ahora,
para no ahogarme en los luego,
escudriño los siempre,
para no trabajar el ayer.

Se deshacen en mis manos los instantes,
y se cuelan por mis dedos;
por mis miedos:
Para no dejarme los recuerdos
y nublar mis pensamientos.

Pasa tan rápido la vida,
que de vivirla no me da tiempo;
Y se burlan de mi las almas,
que inmortales me despeinan.

No tener fe es difícil,
es más arduo que tenerla,
pues creer calma el alma
de los desasosiegos que
se acumulan
en ella.

(©Ana López, 2011)

Se me está muriendo la sombra (2011) - Poesía: Ana López

Ahora parece que se prodiga más esta poetisa y buena amiga.

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Se me está muriendo
la sombra aturdida,
Tantos años sabiendo,
tantos nutrida, curtida
De fantasmas y miedos.

Ahora el sol caldeará
mi cuerpo frío, mis credos,
Y mi libertad avivará
las aguas de mi río,
Mis cielos, mis montañas;
a ellos les sonrío.

Y tendrás tú la culpa: poesía,
que me permites deshacer,
Los nudos urdidos cada día,
las cadenas forjadas en mi ser.

Pues se me muere la sombra,
ya talo el árbol herido,
Ya desgarro la sutil blonda,
que trabajé para mi destino.

Están agonizando los temores,
yo que los tenía tan cuidados,
Mas no les llevaré flores,
cuando queden enterrados.

En sus hojas el tiempo se detiene,
y el verdor se torna ocre, lila…
Y aún velo el aire que me retiene
de no avivar su huída,

Con miedo, con tiento,
por si se hiende la última rama viva.

Se me muere la sombra, perece,
ya se cuela luz por la penumbra,
Ya por fin en mi vida amanece.
©Ana López, 2011.